Carta contra la discriminación infantil

LA PLATA, 21 de octubre de 2014.-

A QUIEN CORRESPONDA

La que suscribe, Andrea Lorena Maqueda, DNI 24.535.491, madre de Maite Prados Maqueda, se dirige a quien corresponda, a efectos de poner en su conocimiento y solicitar intervención ante los hechos que paso a relatar a continuación:

Ante reiteradas circunstancias en donde mi hija Maite Prados Maqueda fue discriminada directa o indirectamente, he decidido denunciar y hacer de público conocimiento esta circunstancia para ponerle freno a gente que desde su ignorancia y poco tino en el trato con las personas, expone emocionalmente a otro a vivir hechos que lo marcarán indefectiblemente en su vida social, intelectual, y afectiva.

Creo no sólo como madre de Maite, sino que ha sido causa en mi vida, que no hay que callarse, que hay que hacer valer los derechos que como ciudadanos e individuos tenemos, no sólo por uno mismo, sino por aquellos que desde la incertidumbre, no pueden moverse y se dejan pisotear y subestimar por ineptos del sistema educativo que contradictoriamente deseducan.

Puntualmente en este caso, me acerco al colegio Sagrado Corazón de Jesús de la ciudad de La Plata, para anotar a mi hija en primer grado del ciclo lectivo 2015. Me dicen que las inscripciones están abiertas, que debo entregar una determinada documentación y me dan la fecha de entrega aclarándome que de lo contrario, la inscripción quedará nula. Aclaro desde el primer momento que mi hija nació con síndrome de Goldenhar ya que tanto en el momento de buscarle guardería como jardín de infantes, sufrimos discriminación en varias instituciones y en esos momentos lo dejé pasar, no queriendo en esta oportunidad que nos suceda lo mismo.

Maite estuvo en todas las instancias conmigo porque como madre, me parece correcto que ella pueda observar, preguntar y elaborar sus propias herramientas para valerse por sí misma.

Para mayor información sobre el síndrome de Goldenhar, adjunto características, sintomatología, tratamientos, etc., de este síndrome, y en el caso en particular de Maite la Historia Clínica actualizada y otros informes y estudios médicos. http://aamade.com/casos-clinicos/sindrome-de-goldenhar.html

La Secretaria de la institución escolar, nos recibe amablemente, escucha y pregunta e interactúa con Maite dándole lugar a sus intervenciones.

Cumplí con todas las instancias burocráticas de la institución en tiempo y forma, así como también adjunté más documentación de la necesaria para que puedan informarse y quedarse tranquilos con respecto a los controles médicos de Maite. Cabe destacar que su salud es excepcional. (Adjunto documentación presentada en la institución).

A lo largo de este proceso, me voy dando cuenta -a través de observaciones propias y del testimonio tanto de padres de niños que concurren al establecimiento como los que están en la misma situación que la nuestra- que no se cumplen todas las instancias y sin embargo son admitidos.

Llega el día en donde tengo la entrevista con los directivos y el examen de admisión. La Directora no se encontraba presente, como así tampoco la psicóloga del gabinete;
por lo tanto, sólo me recibió la Vicedirectora, Sra Fernanda Alvarez, y el examen a Maite se lo tomó “Lorena (M. R.)”. Este examen se le tomó de manera particular y no grupal como nos habían anticipado, y del supuesto gabinete psicopedagógico, sólo había una integrante (contradicción con la información brindada por la secretaria los primeros días).

El colegio Sagrado Corazón de Jesús es un colegio salesiano basado en el sistema preventivo de Don Bosco, sostenido por tres pilares: El amor- La razón- La religión. (se adjunta la teoría del sistema preventivo de Don Bosco).
http://www.salesianosuruguay.org/mauxi/images/conocerdb/db_educador.pdf

 

EL AMOR

Si hablamos de amor, hablamos de respeto, de comprensión, de compasión, de integración, de valoración del otro, de contención emocional, actitudes que no encontré en la vicedirectora, en tanto lo único que hizo fue poner trabas y buscar excusas para justificar la posterior no admisión de Maite.
Como primera medida, preguntó por qué no estaba el padre de Maite, cuando en la ficha dice que estamos separados y aunque podría haber estado, su forma de interrogación fue capciosa, como si Maite y yo no pudiéramos cumplimentar su idea de familia ideal. A esto respondí contando cuál era nuestra realidad.

En segundo lugar, confunde el síndrome de Asperger con el de Goldenhar (se adjunta información de ambos síndromes). Yo aclaro la duda, pero minimizando la diferencia, gesticula y expresa “bueno pero…” como si todo fuera lo mismo. Me pareció una total falta de respeto. Le pregunté si había leído la ficha porque hasta aquí me preguntaba cosas que no correspondían con la misma.
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Asperger

Ante la tendencia que notaba en sus preguntas y su modo irónico de referirse sobre la salud de Maite (como si fuera un criterio válido para dejar fuera de la escolaridad a alguien), le aclaré específicamente qué era lo que tenía Maite y los especialistas que la trataban, y acentué el hecho de que cuenta con muy buena salud y no tiene problemas de ningún tipo. Ante esto preguntó: “¿la llevaste a un neurólogo?”. Maite también tuvo control neurológico sólo de forma preventiva, como rutina, pero no viene al caso. Me pregunto si esta mujer, a todos los interroga en este punto. Yo ya le había dado todas las explicaciones del asunto y fundamenté con historia clínica e informes actualizados de médicos, así como también de la institución educativa donde Maite concurre regularmente cursando su tercer año de nivel inicial, que claramente certifican las condiciones físicas, mentales y de conducta e integración social de Maite.

Ante mi referencia a esta documentación, la señora, pone en duda el informe del jardín aludiendo a que “a veces los informes de los jardines son mentirosos (…) nosotros somos los que tenemos que evaluar a los chicos, a veces ponen que los chicos no tienen problemas y nosotros los descubrimos acá”. Le respondí explicándole que yo era una madre muy presente y muy atenta, y que la nena siempre fue controlada por muchos profesionales, que nadie me hizo referencia a algún problema, ni motriz, ni mental, ni de conducta, ni de aprendizaje y que todo lo que había recibido hasta aquí sobre Maite eran elogios u observaciones muy positivas.

Entonces, buscando ya la décima pata al gato, patologizando una vez más a Maite, me pregunta: “¿pero la llevaste al psicólogo?”, ante lo que le respondí que no tenía por qué, dado que la nena no presentó ni presenta ningún signo como para así hacerlo. De todos modos, como nos han sucedido tantas cosas, (entre ellas enfrentarnos a situaciones como ésta) y como siempre me preocupé por la salud de Maite en todos sus niveles, me había apoyado en mi psicóloga personal, que a su vez es psicóloga infantil, para que no sólo me contenga a mí, sino que evalúe a Maite a raíz de un hecho específico como fue la operación reconstructiva de párpado. Por lo tanto, sé a raíz de estas consultas, que Maite no presenta ningún signo como para asistir a terapia, sino que lo único que recibí fueron felicitaciones y la aclaración de que es una niña con mucha personalidad y muy madura e independiente. Por otro lado, la maestra del jardín también es psicóloga infantil y está enterada de las situaciones que fuimos atravesando ya que le pedí encarecidamente que ante cualquier indicio de malestar de Maite me avisara, también ella me transmitió cosas positivas sobre el desenvolvimiento de la criatura.

Es entonces que hizo alusión a la situación familiar que atravesábamos y a la aceptación de la nena sobre lo que tiene y que ésta sería una nueva etapa, que los chicos son crueles, que la iban a cargar, que ellos no podían tomar en el colegio a un niño del cual no podían hacerse cargo. Le pregunté: ¿hacerse cargo de qué?, no respondió. Seguí hablando, contándole que la nena es independiente, que tiene total aceptación de sus condiciones físicas y de su situación familiar, que sabe perfectamente explicar cada cosa que le sucedió y hasta hablar de sus tratamientos médicos, dado que nunca le oculté información y que tiene hasta aquí las herramientas adecuadas para hacerle frente a cualquier pregunta que otros niños puedan hacerle. Ella sabe responder desde la no violencia, entendiendo y sabiendo que otros no comprenden a veces, que no saben de determinadas cosas, y que desde ese lugar tiene que comprender, informar , defenderse si es necesario hacerlo y que si no pudiera, inmediatamente debe pedir ayuda, a mí, o a cualquier adulto de su confianza.

También le conté que nunca había tenido problemas con sus compañeritos, que era una nena muy sociable y le expuse que yo no podía ver el futuro, que no sabía qué podía pasar, que sólo sé que ésta es una nueva etapa con nuevos niños y que sé lo capaz que es y la rapidez que tiene mi hija para incorporar nuevos conocimientos.

Ante la Historia Clínica de la genetista, en la cual sugiere un control ginecológico, me pregunta por qué y le aclaro que sólo es por prevención ya que a veces los niños tienden a desarrollar algún tipo de deficiencia en algún órgano, que como este síndrome es poco frecuente y son casos bastante diferentes entre sí, siempre conviene controlar ante la duda, pero que la nena aún es chica. Volvió a hacer hincapié, como no entendiendo, como si le ocultara algo.

Bueno, aclaradas las preguntas de la señora, siguió poniendo palos en la rueda.
“Pero… ¿vos estas trabajando?” contesté que no, pero que a pesar de eso no dejaría de pagar el colegio, que no soy una persona morosa, que tengo respaldo familiar, y que tengo una escala de valores firme que decido trasladarle a mi hija….que me busque manchas, que no me las va a encontrar. Entonces, haciéndose la preocupada me responde: “es porque en tu situación una cuota elevada no te conviene” (como si supiera cuál es mi situación) y pregunta por qué había elegido el colegio. Le dije que sí, que la cuota era elevada y que me fue difícil conseguir colegio, que me quedaba cerca de casa, que yo sabía bien lo que me convenía y que sino, no estaría anotándola en el establecimiento. Siguió hablando de la cuota, del uniforme, de la inscripción, y del material didáctico, que sus costos eran elevadísimos. “¿Y por qué no la anotás en un colegio del estado? tienen la obligación de tomarla por cercanía”, le expliqué que en este momento prefería un colegio privado porque la cantidad de chicos es reducida y me daba temor que Maite no estuviera bien contenida y cuidada.

Siguiendo con su cordial entrevista, porque cabe destacar que todo esto lo hizo sonriendo muy amablemente. “Bueno pero la nena no ve bien”. Le aclaro que la nena no tiene desarrollado un ojito por lo tanto no ve del lado izquierdo pero su visión del ojo derecho es perfecta. Respuesta: “sí, pero habría que ver dónde la ubicamos en el aula”…

Y sigue: “Bueno, mirá, te soy sincera, de 100 solicitudes sólo tenemos que dejar 31” No le dije nada, pero en una reunión anterior, ella y la directora del establecimiento, contaron que tenían tres divisiones de aprox. 30 alumnos cada una y que una seguro estaría cubierta con hermanitos de los alumnos regulares. Ja!! ¿me bajó las probabilidades de ingreso o yo estoy demente?

En fin, supe todo el tiempo que Maite quedaría fuera sin fundamentos o motivos coherentes y así fue.

 

LA RAZÓN

diferentes pero igualesOtro gran pilar en los que se basa Don Bosco es la razón.
Si hablamos de la razón podríamos entrar en una cuestión filosófica sin fin, pero sólo tomaré aquí una simple definición: Argumento o demostración que se aduce en apoyo de algo.

La argumentación institucional está fundada en Don Bosco, bien, de esa manera se venden al comienzo pero, ¿esto está presente en la admisión? ¿Concuerda con el ideal de Don Bosco? ¿Con qué tiene que ver esta selección, este recorte, este modo de encasillar a priori a las personas, de evaluar a los niños, de signar a cada cual superficialmente? ¿Dónde quedó la razón?

“La base de la racionalidad educativa para Don Bosco está en su confianza en la bondad de los chicos y en su apertura a la verdad. Los jóvenes pobres y en dificultades necesitan que el educador crea en sus fuerzas interiores positivas para ayudar a potenciarlas y hacerles cada vez mas sujetos activos, críticos y creativos en los procesos educativos, sociales y culturales que deben vivir. (…) La educación es siempre un hecho personal, una interrelación entre el educador y el joven. (…) Esta relación sólo es posible desde el amor y aprecio experimentado; y esto es, sobre todo, importante con los adolescentes que tienen deficiencias familiares o sociales.”

“La amabilidad salesiana es esa relación educativa sólida, fundada en el afecto personal maduro expresado con gestos inmediatos, síntesis de caridad cristiana y sentido pedagógico.”

Yo me pregunto: ¿están tomados en cuenta estos conceptos en la entrevista? ¿Cuáles son los argumentos que aducen en la institución para dejar fuera a Maite? ¿Cuáles son los criterios de admisión?. Discursivamente, bárbaro, pero en la praxis se ve una idea opuesta a la noción de razón que propone Don Bosco y en la cual ellos fundamentan su propuesta educativa institucional. ¿Habré perdido yo mi razón?

En el examen que se le toma a los niños, que supuestamente no es excluyente, y que al principio se me informó que era grupal “un trabajito manual y para ver cómo se llevan con otros nenes”, se les pide entre otras cosas, que escriban su nombre y aparte, manzana, conejo y casa. ¿En primer grado le enseñaran a escribir en latín o a multiplicar por 10 cifras? ¿Los chicos tienen que entrar alfabetizados a primer grado?

Cuando estaba casi retirándome, llega Maite junto con la integrante del gabinete al lugar de la entrevista y le digo a Maite que la señora es la Vicedirectora de la institución, si le quiere preguntar algo. Maite le preguntó qué elementos tenían en el botiquín de primeros auxilios. Primero no entendíamos la pregunta, pero la chica del gabinete explicó que seguro era porque al venir vio a una nena que se había accidentado en el recreo con una gasa en la frente y eso la preocupó. Comentando del examen, Maite cuenta que debió escribir manzana, a lo que le pregunto si se escribe con z o con s. Me contesta con z. Como qué otra palabra le pregunto. Como zanahoria, responde Maite. Interviene la Vicedirectora diciendo “Como el zorro” haciendo alusión a la serie. Le digo que Maite no ve El zorro pero sabe que va con z. y le pregunté que personaje de zorro era el que a ella le gustaba, de qué libro y respondió “El principito”. En realidad confieso que lo hice para que se dé cuenta en ese mínimo instante en que conoció a Maite, de que sus prejuicios eran erróneos. Cuando nos retiramos, Maite dice que le quiere decir algo. Le muestra en la silla y le dice “acá hay un agujerito y esto pincha, puede ser peligroso y deberían repararlo”. A raíz de esto, la persona que le toma a Maite el examen me dice que anduvo bien y que observó que ella era detallista y concentrada, me reí y le dije, lo sé. Es la misma descripción que hacen de Maite en el supuesto “informe mentiroso” del jardín, según la Vicedirectora.

En ningún momento se me explica porqué queda afuera Maite. Al ir a retirar la carta de admisión le pregunto a la secretaria si puedo abrir el sobre con la información correspondiente delante de ella, ya que otros padres sólo agarraban el sobre y lo abrían afuera. Yo ya sabía ese resultado… ja!!!! Estaba para mí clarísimo desde el momento cero.

La secretaria se excusó diciendo que ella no tenía idea de cuál sería el resultado de la admisión, que no tenía nada que ver con el grupo evaluativo que se ocupaba de eso. Le expliqué que mas allá de cualquier resultado yo debía comentarle que no me había sentido cómoda con el trato recibido en la entrevista y que iba a elevar una denuncia, que como no soy de hacer las cosas por detrás, debía estar informada, e informarle a los directivos. Abrí el sobre y le dije: no la admitieron. (Adjunto carta de admisión). En dicha carta no existe fundamentación alguna.

Debo decir que la secretaria escuchó amablemente todo lo que tenía para decir de forma educada y respetuosa comprendiéndome. Pedí entonces hablar con la directora y ella me informó qué día y a qué hora estaría. Le pregunté si podía estar también la Vicedirectora para que no haya malos entendidos y que luego no se generara el famoso teléfono descompuesto y me dijo que eso era bastante difícil, pero que me recomendaba que la viera a la directora y le contara lo sucedido.

Volviendo a la entrevista con la Vicedirectora y para cerrar este punto, si estamos atentos a la evaluación que esta docente le realizó, claramente está alejada de la objetividad, de los parámetros que se deben tomar en cuenta ante una situación de esta índole, además contiene una gran carga de subjetividad y prejuicio en su accionar,
tiene una mirada sesgada y superficial sobre mi persona, sobre Maite y sobre cualquier niño que rompa con los estándares normalizados socialmente.

 

LA RELIGIÓN

“La religión es para Don Bosco el esfuerzo por llegar a la profundidad de la conciencia, a aquellos motivos que el hombre considera absolutos; es ayudar al hombre a vivir desde lo mejor de sí mismo; es plenitud de sentido, reconocimiento de Dios como padre que hace crecer todo lo que es vida; es propuesta de felicidad.”

Bueno, si hablamos de conciencia, no creo que exista profundidad de conciencia en personas que excluyen, discriminan y subestiman a otras, sólo creo que hay egoísmo, narcisismo, materialismo y conveniencia.

Me sentí expuesta al escarnio de gente que no toma en cuenta ni los valores, ni la ética, ni la honestidad, ni las vivencias, ni los sentimientos, ni las dificultades, ni los esfuerzos… sino gente que toma en cuenta las apariencias, las estructuras vacías de contenido, las mentalidades chatas, la conducta de la obediencia per se, la falsa moralidad, la posición social, la solvencia económica, la fisonomía de la personas.

Lejos está la contención, la comprensión, la inclusión, la integración, la educación, la compasión… “el amor y la razón”.

No existe nada referido al interior de las personas, puras cáscaras, pura burocracia, puras vueltas, pura disciplina, mucho protocolo, un buen discurso institucional y un gran comercio, la hipocresía a la orden del día, un sistema que contiene una farsa, una falsa transparencia que se viste de bondad y de Dios.
No hemos visto la felicidad, ni mi hija ni yo.

Al contarle a Maite que no fue admitida, se puso triste, puesto que su ilusión era entrar en el colegio, me dice automáticamente: “dejaron los mejores y yo no fui la mejor”, le dije que ella había hecho las cosas bien, que no se trataba de eso, que habían otras cosas que se tienen en cuenta y luego de un rato, le pregunté si entendía lo que sucedía y me respondió:
“ si, mamá, ja ! …Ellos se creen que porque me falta un ojito soy tontita”.

Por todo lo expresado precedentemente, resulta necesario tener en cuenta que la discriminación y el mal trato nada tienen que ver con el cristianismo ni las enseñanzas de los Evangelios que conjuntamente con la realidad social que observaba a su alrededor llevaron a Don Bosco a idear esta labor humanitaria.

Elevo esta denuncia ante quien corresponda y… Amén.

 

Entrevista con la Directora Sra: María Dolores Raposeiras.

20 de octubre de 2014. 10 am.

Me acerco al colegio para agotar instancias y para hablar personalmente con la señora directora del establecimiento con el fin de dar la cara, informarle lo ocurrido, conocerla desde el diálogo y cerciorarme de que mi accionar sea justo.

Me acompañaban Maite y mi Mamá
No se me permite entrar ni con Maite ni con mi madre sin dar explicación alguna.

Al entrar, sobre la mesa, ya tenía toda la documentación para devolverme, porque evidentemente no daría su brazo a torcer con la admisión.

Comenté varias de las cosas expuestas en esta denuncia. Sólo buscó justificaciones en defensa de su colega, alegando que yo estaría actuando desde mi sensibilidad, ante lo cual expliqué claramente que a pesar de poseer una carga emocional por obvias razones, estaba muy segura de lo que decía, que para maltratar a alguien no hace falta pegarle ni insultarle, que con una sonrisa en la boca y siendo amable se puede causar daño, que los mensajes aquí son claros.

Le pregunté si había hablado con la Vicedirectora y si confiaba en su personal. Me dijo que no había podido hablar bien aún y que confiaba en su personal. Me empezó a hablar de sus famosos pilares fundamentales, le dije que yo estuve en todas las instancias, que por respeto a la institución me había informado sobre Don Bosco, y que ellos sin embargo no habían tenido el mismo respeto por nosotras ya que metían en la misma bolsa cualquier síndrome, haciendo referencia a lo dicho por la Vicedirectora sobre el Asperger.

Me explicó que debían hacer una selección de los 100 solicitudes, que debieron dejar 60, la interrumpí y le dije, sí, lo sé, fui a la reunión y sé que otros padres no asistieron, allí usted hizo referencia a eso, y conté con lujo de detalles lo que ella ese día dijo, y le comenté entonces que la Vicedirectora me había dicho que sólo entraban 31 (a esto hago referencia en la denuncia también). Me dijo que seguro ella se había equivocado con la cifra, defendiéndola.

Le expliqué todas las vueltas que se me dieron y las preguntas que me hizo la Vicedirectora, le comenté que siempre apuntaba a la aptitud física de Maite y le conté lo que me había dicho sobre la falta de visión izquierda de Mai, en qué lugar podrían ubicar a la nena en el aula, y que no podrían hacerse cargo de ella, también la defendió.

En un momento de la entrevista le hago referencia a que mi hija estaba afuera y que mi intención era que la conozca, si podía hacerla pasar. Se negó.

Le pedí por favor que me haga un descargo por escrito de las causas por las cuales la niña no fue admitida y se negó a hacerlo, alegando que no tiene por qué hacerlo ya que la nena no es alumna regular del establecimiento y ellos tienen el derecho de admisión.
Me explicó que el motivo por el cual la nena quedó afuera fue a causa de la respuesta que yo brindé en una pregunta en la ficha de admisión: Pregunta “¿qué motivos lo llevaron a elegir esta institución? Respuesta: La dificultad para conseguir colegio, la cercanía al domicilio.”(Sólo hay un renglón para rellenar). Le conté que de esto hablamos en la entrevista con la Vicedirectora y que yo le había explicado y ampliado ese punto. Me dice, “si pero no esta escrito en la ficha”. Le Dije que se supone que si hay una entrevista personal con los directivos posterior a la ficha es justamente para ampliar lo que allí se pone y que si es anterior a la decisión final de admisión ya ese no era un motivo muy claro para dejarla afuera.

Le pedí entonces que me diera el examen que Maite había realizado y luego de varias vueltas conseguí que me de una fotocopia del mismo, que adjunto…por supuesto, perfecto, no esperaba menos de mi hija!!

La señora tenía a posteriori una reunión, motivo por el cual daba por finalizada la entrevista, pero a mí me quedaban muchas cosas por decir aún y ante esto, me aclaró que tuvo la deferencia de recibirme y podría no haberlo hecho.

Al revisar la documentación que me devolvieron, advierto la falta de la solicitud de Admisión, que igual adjunto, porque imaginándome esta situación, antes de entregarla a la institución la fotocopié. Y también observo que el informe genético de Maite (documentación que no pidieron pero que presenté como anexo para que estén informados sobre mi hija) está subrayada en algunos puntos, y hay aclaraciones coloquiales de términos médicos, por ejemplo cuando dice “microftalmia” está aclarado “ojo chiquito”, señal de que hurgaron en los informes, pero evidentemente no con buena voluntad.

En espera de que se dé pronta intervención a fin de que este tipo de situaciones no se repitan, de que ésta siente precedente al respecto y quedando a su entera disposición, saludamos atentamente.

 

Andrea Lorena Maqueda 

Maite Prados Maqueda

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