Por otra Relación del Estado con la Niñez, la Adolescencia y Juventud

Bajo este lema, nos fundamos en el año 2004 buscando materializar tres objetivos: derogar el patronato, lograr una ley adecuada a la Convención Internacional de los Derechos del Niño (CIDN) y una asignación universal para todas las personas menores de 18 años. Fueron organizaciones sindicales, de derechos humanos, sociales, ONG´s y políticas las que ubicaron en el Estado la herramienta más grande para la conquista de derechos del niño/a.

Integraron el Foro en su origen: ATE;  CTA; AJB; CTERA; FADO;  CELS; Abuelas de Plaza de Mayo; CASACIDN; Colectivo Derechos de Infancia y Adolescencia; Comisión provincial por la Memoria;  Colegio de Trabajadores Sociales, Colegio de Psicólogos,  Colegio de Médicos,  Colegio de Farmacéuticos y Colegio de Abogados Distrito La Plata; Hogar de la Madre tres veces Admirable; entre otros. Al 2014 muchas más organizaciones y personas comprometidas con los derechos de los niños/as y jóvenes se fueron sumando en distintos distritos de la provincia de Buenos Aires.

Haciendo Historia 

Con la reforma constitucional de 1984 a nivel provincial, más los reconocimientos de los tratados internacionales en la Constitución Nacional, comenzó a conformarse un piso de marcha que necesariamente iba en una sola dirección, abolir el patronato como paradigma en las soluciones para los pibes/as en la provincia de Buenos Aires. Más aquella institución, creada en 1919, había calado hondo en nuestra sociedad y sin duda, para poder desterrarla, haría falta un cambio cultural, que tuvo un principio y que aún hoy continúa en desarrollo tras ese fin ansiado.

 Para dar esa lucha cultural, política, jurídica, nace el Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud de la provincia de Buenos Aires. Se pone como objetivo primordial alcanzar la reforma legislativa necesaria que diera comienzo a un nuevo paradigma, aquel que conciliara las ideas provenientes de nuestra constitución provincial, en su art. 36 incisos 1°, 2° y 3°, y las que se desprendían de los tratados internacionales, vía art. 75 inc. 23 de la Constitución Nacional, especialmente la Convención Internacional de los Derechos del Niño, sin dejar de considerar otras como por ejemplo: las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (Reglas de Beijing) Resolución Nro. 40/33 de la Asamblea General; las Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores privados de libertad, Resolución Nro. 45/113 de la Asamblea General, y las Directrices de Naciones Unidas para la prevención de la Delincuencia Juvenil (Directrices del RIAD), Resolución 45/112.

Es así como en agosto del año 2004, en el Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, se produce la reunión inaugural del Foro, con la concurrencia de cientos de personas y organizaciones sociales que asumían el compromiso del cambio de cultura y por ende la derogación del patronato.

Se comienza a elaborar un proyecto de ley, más no se parte de la nada, ya en su momento algunas de estas organizaciones, habían consolidado la aprobación de la ley 12.607. Dicha norma fue impugnada desde la Procuración General de la Suprema Corte de la provincia con el estigma de la inconstitucionalidad y suspendida en su vigencia.

Como se ve, la lucha por los derechos no es abandonada y la conformación del Foro es prueba palpable de ello. Se privilegia la manda constitucional de consagración de aquellos derechos y se va tras su implementación, que requiere, inexorablemente de una ley que los reglamente.

El nuevo proyecto, que se transformará en ley, es la hoy 13.298, que también recibió la impugnación de inconstitucionalidad y suspensión de su vigencia por parte de la Procuración y la Suprema Corte de Justicia, respectivamente. Más la fuerza de las voluntades a través del Foro ya no eran meras voces aisladas, era un nuevo frente de promoción y protección de los derechos de nuestros niños y jóvenes que hizo escuchar su voz y que mereció ser escuchada, aun en los estrados judiciales y la Suprema Corte de la provincia desechó la inconstitucionalidad y la norma entró en su plena vigencia.

Pero, en realidad, la lucha recién comenzaba y aun no ha terminado. Y ello así por cuanto como se dijo al principio se trata de un cambio cultural, no sólo de una nueva legislación y ello requiere del encarnamiento de sus principios en la sociedad toda, no sólo en las instituciones del Estado. Es el común de la gente la que debe reconocer a nuestros niños y jóvenes como verdaderos sujetos de derecho, y allí está sustancialmente la lucha que lleva adelante el Foro desde hace diez años.

 

 

 

 

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