Desde la aprobación de las leyes de Promoción y Protección de Derechos en la provincia de Buenos Aires, en el año 2004, fueron muchas las historias de los pibes y pibas que se tejieron en cada rincón de nuestro territorio. De pibes y pibas que nacieron, crecieron, se volvieron adolescentes, se volvieron adultos. Durante estos 12 años, muchos murieron por causas evitables, otros fueron rescatados de las mafias y los maltratos.
En esta publicación, queremos rescatar las historias particulares de los pibes y pibas que dan cuenta de una situación más general, de cómo impacta -o no- el nuevo paradigma de infancia.
Sabíamos que iba a ser difícil. La falta de inversión en la aplicación de las leyes, así como el recambio permanente de autoridades y de líneas de gestión eclecticas, obstaculizaron la efectiva puesta en marcha del Sistema de Promoción y Protección de Derechos, y esto se ve reflejado en historias que nos duelen. Pero también hay otras que nos alientan a seguir, que nos recuerdan que ya no hay vuelta atras, que la política de institucionalización compulsiva de los niños y niñas ya no tiene retorno, o al menos ya no está tan legitimada. Que los niños y niñas empiezan a ser oídos. Que los Estados comienzan a tener que rendir cuentas sobre sus políticas en niñez. Y acá va nuestro humilde aporte a esta transformación, compartiendo grandes historias de chicos y chicas, para que nos emocionemos, para que recordemos que detrás de cada política hay una historia individual, y una colectiva.