Carlos Fanjul | La Pulseada | Dicen que el Señor Gobernador aportó 11 millones de dólares en nombre de la Provincia para que la tan resonante final de la Copa Davis de tenis se jugara en la turística ciudad de Mar del Plata… No era para menos, el pueblo bonaerense merecía tener bien cerquita a ídolos de la talla de Nalbandían o Del Potro… Después de tanto sufrir por otras cuestiones, una alegría como esa no se le niega a nadie…
También dicen que el Señor Gobernador habría explicado que la crisis mundial del capitalismo, el derrumbe de los mercados, la baja del Down Jones en la Bolsa de Tokio y todas esas cuestiones de la alta y lejana técnica económica, llevan a una mayor cautela en el aporte provincial para sostener, por ejemplo, los programas sociales que establece la legislación vigente en materia de niñez y adolescencia…
No era para menos, el pueblo bonaerense debe comprender que la angustia que vive Wall Street, obliga también a pedirle un poco de aguante a los sectores más desprotegidos…
Después de tantos años esperando, un poco más de paciencia no se le niega a nadie…
Pegó en la red… Set en contra…
Partido curioso, este del gobierno bonaerense. En medio de la crisis globalizada, y de tanto medir cada centavo, Daniel Scioli decide ir a la ofensiva en algunas jugadas, pero se mantiene en el fondo de la cancha en muchas otras, seguramente más vitales para el conjunto, aunque menos televisadas.
Entre esos movimientos de ataque, y sin arriesgar peso alguno, el mandatario decidió endurecer su juego a la hora de tratar a los pibes de la calle, para quienes los extremos de la cancha se ubican dramáticamente entre el hambre y la delincuencia.
La por entonces subsecretaria de Niñez y Adolescencia, Martha Arriola, se diferenció claramente al asegurar que “empezamos a hablar de los pibes cuando aparecen armados y cometen un delito” y que “no se trata de bajar la edad de imputabilidad” sino de destinar recursos a “la estructura de un Estado burocrático que como está no puede dar respuestas rápidas para enfrentar la catástrofe social que soportan nuestros pibes”. Arriola dijo que con 600 trabajadores especializados se sostenía el sistema, pero que consiguió recursos apenas para 40.
Como era esperable, la funcionaria fue rápidamente removida de su cargo…
Pelota afuera… Otro set en contra…
Como rebote directo a esa jugada oficial, salió también eyectado de la Dirección de Institutos nuestro compañero y amigo Alejandro Blanco, quien para casi todos era el mejor funcionario del área.
Antes de irse, Alejandro le recordó al gobernador en qué direcciones debería ser gastado el dinero, si no se quiere perder el partido del respeto popular:
…“Los recursos para implementar la ley del Niño y la del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, no eran suficientes, y parecían no haber sido previstos desde los otros espacios del ejecutivo…
…Es sabido que detrás del niño que vulnera un derecho, esto es, que delinque, hay en la gran mayoría de los casos, una historia de vulneración de sus derechos, de violación sistemática, de privación, de carencia integral, de pobreza estructural que se arrastra desde la cuna…
…será bueno sincerar la política que se pretende, porque lo que se ha manifestado hasta ahora, es un fluctuar permanente entre una política que busca pensar la delincuencia juvenil desde la problemática social y la vulneración de los derechos de los niños, y una política más pragmática que busca responder «efectistamente» a la demanda social de mayor seguridad, apelando a viejas conocidas recetas de mano dura…
…esta política no hará más que ratificar la exclusión en la que han nacido y vivido el 99 % de los niños que pueblan nuestros centros de adolescentes, privados de libertad mucho antes de que pudieran cometer los delitos que cometieron y por los que se los tiene detenidos”.
Pocas horas después de la salida de Alejandro, dos pibes se suicidaron en un centro cerrado de La Matanza, que, por falta de presupuesto, no contaba con asistentes sociales, ni con médicos, psicólogos, ambulancia, teléfono…
…Ni con moral…
Parece que pierde el partido…¡Match Point!
* Nota publicada como editorial de la revista La Pulseada, en diciembre de 2008.