Se trata de 104 familias del barrio Tres de Julio de Plátanos en Berazategui, que junto a instituciones y organizaciones no gubernamentales, lograron que la Provincia destine 4 hectáreas de tierras para la construcción de un barrio entre el Arroyo “ Las Conchitas” y el Polo Maderero, además las viviendas serán entregadas por el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
El problema comenzó en el 2015 cuando un grupo de familias empezó a construir un asentamiento al costado del arroyo, la situación en este lugar es compleja porque no sólo los vecinos sufren la contaminación ambiental del arroyo y el basural, sino que además por esa zona pasan los cables de alta tensión de la Subestación Rigoulleau. A este contexto se suma que desde hace 20 años dos manzanas de la misma zona están habitadas por familias, pero nunca fueron urbanizadas, por lo que la ausencia del gobierno municipal es notable.
Después de varias reuniones, los vecinos del asentamiento convocaron al Foro en Defensa del Rio de La Plata, la Salud y el Medio Ambiente, que se comprometió a colaborar con la situación e hizo parte del proceso al Foro por los Derechos de la Niñez de Berazategui, debido a que viven en dicho asentamiento alrededor de 60 niños y niñas en terribles condiciones sanitarias.
“Se trata de vecinos que no tenían ninguna experiencia comunitaria y empezaron a conocerse, a conformarse en una Asamblea, a tener delegados fijos que van a todas las reuniones e incluso tienen proyectado pedir en el nuevo barrio un espacio común ya que lograron valorar esta organización barrial, entendieron que se trataba de sus derechos”, sostiene Vanesa Salgado, representante del Foro por los Derechos de la Niñez de Berazategui.
Luego de realizar un relevamiento sociosanitario entre ambas organizaciones, del cual participó también el Colegio de Trabajadores Sociales de la provincia y el Observatorio Gino Germani de la UBA, intervino en el proceso la Clínica Jurídica de Derechos Humanos de la UNLP a cargo de José Martochi, que se hizo cargo de patrocinar a los vecinos y presentó ese relevamiento más el pedido de las tierras a la Municipalidad, la Provincia y la Fiscalía de Estado, entre otros.
El Fiscal de Estado tomó cartas en el asunto y convocó a una mesa de trabajo a los vecinos, las organizaciones, el gobierno provincial y el municipal, si bien el último fue reticente en participar y faltó a las primeras reuniones, finalmente hace 10 días asistió a una de las mesas de trabajo. En dicho encuentro se firmó un Acta acuerdo en donde se menciona la adjudicación de las tierras al municipio para la construcción de dicho barrio y la urbanización de las dos manzanas.
Según vecinos del asentamiento desde la Municipalidad ya realizaron un censo exhaustivo donde marcaron las casas que serán relocalizadas en el nuevo barrio, que parece ser un sueño hecho realidad, logrado por la organización de vecinos y la corresponsabilidad y articulación de instituciones y organizaciones de la sociedad civil: sin duda una intensa y victoriosa lucha por los derechos.