Desde mediados de 2016 los Programas provinciales de Promoción y Protección de niñez vienen sufriendo vaciamientos progresivos en relación a recursos materiales como es la disminución y quite de la caja chica, y humanos ante la no reposición de los cargos por jubilación o reubicación de personal. En esta oportunidad, los trabajadores del programa Centro Terapéutico Diurno se encuentran en estado de alerta y asambleas constantes porque desde la Dirección del Organismo de Niñez, a cargo de Pilar Molina, les comunicaron que a partir del 1 de marzo dejaría de funcionar. Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) están interviniendo en el conflicto y esta semana tendrían una reunión con la Directora de programas provinciales, Gladys Pestillo.
El CTD es un programa cuya especificidad es la atención a niños y niñas con riesgos psicosociales, se trata de talleres terapéuticos que funcionan en una sede central en el Organismo de Niñez y están descentralizados en los barrios de Tolosa, San Carlos, Arturo Seguí y El Mercadito. Además realizan talleres en Villa Catela, Ensenada y La Franja, Berisso. Según uno de los trabajadores entrevistados el programa contaba a principios de 2009 con 30 trabajadores y año a año fueron disminuyendo por falta de reposición de cargos por jubilación. En la actualidad son 12 y abordan 251 niños y niñas, de los cuales 37 son atendidos en sede, es decir que tienen una derivación psicológica. Este progresivo vaciamiento que, según indica comenzó con la gestión anterior, ha devenido en que los talleres pierdan su impronta terapeútica, ante la falta de un equipo de atención psicológica. Esta situación de precariedad en el ámbito de salud mental se suma a la desarticulación del equipo que funcionaba en el Hospital de Niño “Sor Ludovica” y la falta de psiquiatras infantiles en el Organismo de Niñez.
Pero la situación que vive el CTD no es aislada.
Los programas que residen históricamente en La Plata son el Centro Terapéutico de Atención Integral (C.T.A.I.), Sostenimiento a la Crianza, Centro Terapéutico Diurno (C.T.D.), Servicio de Atención Familiar (S.A.F.), Barrio Adentro, Servicio de Atención Terapéutica Integral (S.A.T.I.), Puertas Abiertas y Programa de Abordaje Múltiple (P.A.M.). En su mayoría se trata programas que se reconstruyeron al cambiar la normativa de niñez nacional y provincial, pero cuyos trabajadores vienen desempeñándose desde antes y lo hacen en instituciones como hogares, que fueron también rediseñados para ser centros de promoción y protección. Si bien desde varios organismos y en reiteradas oportunidades se ha señalado el desfinanciamiento de los mismos y la necesidad de fortalecerlos, no quedan dudas que los equipos que lo conforman tratan problemáticas puntuales de vulneración de derechos y tienen metodologías de abordajes diversas, que han sabido construir mediante la experiencia y la práctica diaria. Esto puede constatarse en el Relevamiento de Programas realizado por el Consejo Local de Niñez de La Plata yla Defensoría del Pueblo de la provincia en 2016.[1]
Desde mediados de 2017, desde la gestión les solicitaron a estos programas que dejen de ingresar situaciones y que colaboren con los programas nuevos que impulsa el Organismo: “Autonomía Joven” y “Crianza sin violencias” respectivamente. En lo que respecta al primero, en el Organismo trabajan 9 profesionales abocados al mismo y son monotributistas, cuyos contratos caducan a los tres meses. Ese programa está diseñado para preparar a los jóvenes del egreso de hogares o centros cerrados, lo que implicauna población etaria diferente de la que aborda el CTD o cualquier otro programa. Esto sin especificar las problemáticas atendidas. Respecto al segundo, se trata de una iniciativa del Organismo de Niñez junto a UNICEF, para realizar capacitaciones sobre los primeros cuidados en el resto de la provincia, lo que implicaba apartar a los profesionales del programa “Sostenimiento a la Crianza” de la atención directa que hace años llevan a cabo, por lo que las trabajadoras se negaron.
En última instancia se debate financiamiento, los trabajadores no niegan que es necesario provincializar dichos programas, pero eso de ninguna forma debe implicar desarticular los que ya existen, que por el contrario deberían ser replicados. A esta situación se suma la no tipificación de los programas existentes, es decir que no existen legalmente, no tienen una estructura establecida por resolución ministerial, por lo que tampoco tienen partida presupuestaria fija asignada, lo que los deja al libre albedrío de las decisiones de los políticos de turno, como en este caso.
[1] https://drive.google.com/file/d/0B9nX1ektDSlgTmgzT2tudFVpOGs/view