La lucha por el derecho al Hábitat no sólo refiere a la demanda de tierras y a viviendas dignas, sino que también incluye el derecho de todas las personas a desarrollar su vida en un ambiente sano, como bien lo marca la propia Constitución Nacional.
En ese marco, vecinos del barrio Sebastián de Lomas de Zamora libran desde hace seis meses una batalla en soledad contra el funcionamiento de un basurero clandestino, lindante a sus propias casas y responsabilizan directamente al municipio, al que acusan de trabajar en el lugar.
Se trata de 115 familias y más de 200 niños y niñas que viven en una zona demarcada por laguna de Santa Catalina, el Depósito Judicial de Lomas de Zamora y la penitenciaría N° 40. Son tierras cedidas en 2009 mediante un convenio firmado por el ministro de Justicia, Ricardo Casal, y el entonces intendente Martín Insaurralde.
Los vecinos venían de estar en la calle durante seis meses tras un violento desalojo llevado adelante por 600 efectivos de la Policía Bonaerense, de la montada e integrantes del grupo Geo en el barrio Olimpo, otro punto del distrito en el que estaban.
En esa ocasión, ante el padre Luis Farinello –que apoyó el reclamo– Insaurralde y Casal prometieron materiales para las casas e infraestructura para construir el nuevo barrio, palabras que después de cuatro años no se concretaron. Pero, lo que es peor, es la formación de un basural clandestino en los últimos meses con personal municipal al lado de sus casas.
Pese a sus reiteradas denuncias, el basurero continúa y hace inhumano vivir en el barrio Sebastián. Las fotografías tomadas por los propios vecinos dan cuenta del panorama con el que viven cotidianamente padres, madres, jóvenes y niños, que tienen la basura a unos pocos pasos.
La comunidad de Sebastián ubica el basurero en un predio del Depósito Judicial de Lomas y señala que en un zanjón -también lindante- se vierten los liquídos cloacales sin tratamiento de la penitenciaría N° 40 donde, por si fuera poco, quedan estancados.
Ya han pedido respuestas al ministerio de Justicia y al municipio, pero las palas y los camiones de basura no cesaron de llegar al lugar. Los problemas son mayores de los que aparentan. El camino de acceso al basurero, es el mismo que el de acceso al barrio y la incesante llegada de camiones deriva en su instransitabilidad: el año pasado una nena murió por llegar tarde al hospital.
Los habitantes de Sebastián manifiestan que se trata de anteponer un negocio millonario por sobre sus propias vidas y la política ambiental. Lomas de Zamora, es uno de los distritos que participa activamente de la mesa de gestión de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo, el organismo ambiental que trabaja sobre el río más contaminado del mundo y su zona de influencia.
El jefe de Gabinete del municipio de Lomas de Zamora, Guillermo Viñuales, constató la situación denunciada pero aún no hubo resultados. Incluso se promovió una jornada municipal de abordaje integral sobre las problemáticas del barrio, que no fue tal. Al encuentro no concurrieron las áreas municipales de Medio Ambiente, Obras Públicas y la delegación de Santa Catalina, a la que pertenece Sebastián.
Los reclamos de los vecinos no cesan, pero la llegada de camiones con basura tampoco. La urgencia en detener la situación llevó a los vecinos a dirigirle una carta al hoy diputado nacional Martín Insaurralde, en la que narran la situación y le piden su intervención del caso.
Como hace cuatro años, los vecinos –acompañados por el padre Luis Farinello y la organización Resistencia Cultural Barrial– siguen luchando por su derecho a un hábitat sano, el mismo que el Estado debe garantizar.
