«Los pibes no nacen delincuentes»

Desde un trabajo estadístico ’echado a correr’ por el ministerio de Seguridad bonaerense, se genero una intensa polémica sobre la realidad de los pibes en conflicto con la ley penal. Varios medios buscaron hacer un ’festival’ de reclamos por mayor severidad en el tratamiento. Marcelo Ponce Nuñez, un juez de Mercedes y el fiscal platense, Juan Benavidez, pusieron las cosas en su lugar.

La Nación: DELITOS DE LOS MÁS JÓVENES

Queda libre el 90% de los menores

No pasan ni un día completo presos; son los detenidos por haber cometido desde robos hasta homicidios; qué dice la ley

En los primeros cinco meses de 2008 fueron detenidos 5351 menores de edad; es decir, más de 35 por día. De ese total, 4634 fueron liberados por la Justicia y 717, internados en institutos. «Así es: casi el 90 por ciento de los menores detenidos fueron entregados a sus padres en menos de 12 horas, antes de que termináramos de escribir la causa que se les imputaba», dijo a LA NACION el jefe de la policía bonaerense, Daniel Salcedo.

Estos datos surgen de un trabajo estadístico encargado por el ministro de Seguridad provincial, Carlos Stornelli, a partir de varios hechos delictivos graves que protagonizaron chicos menores de 16 años. «Muchos de esos menores están acusados de homicidio, robos y hasta violaciones», enumeró Salcedo.

La jueza de menores de Lomas de Zamora Marta Pascual dijo a LA NACION: «No quedan detenidos porque, con el nuevo sistema legal, la privación de la libertad debe ser el último recurso. Estoy de acuerdo con el espíritu de las nuevas leyes, ajustadas ala Convención sobre los Derechos del Niño».

Sin embargo, según la magistrada, las nuevas leyes no están dando resultado en el contexto actual. «El problema -explicó- es que hoy faltan programas de reinserción social. Y si desde el Estado no se articulan programas, la ley no sirve.» Según estadísticas oficiales, entre el 1° de enero y el 31 de mayo, 65 menores fueron detenidos por homicidio; nueve, por intento de homicidio; 1298, por robo calificado; 1825, por robo; 145, por robo de automotores; 159, por infracción a la ley de drogas; 15, por abuso sexual, y el resto, por hurtos, lesiones, atentado y resistencia a la autoridad y tenencia de arma de fuego.

Particularmente, preocupa la gran cantidad de menores inimputables que cometen delitos. Según las citadas estadísticas, de los 5351 menores aprehendidos 2148 son inimputables, es decir, tienen menos de 16 años.

Por caso, son inimputables los chicos de Almirante Brown que, en mayo pasado, mataron a Milagros Belizán, de dos años. Los acusados tienen 7 y 9 años. Según las estadísticas del gobierno, hay otros siete chicos de 9 años que fueron aprehendidos por diversos delitos en los primeros cinco meses del año. También fueron arrestados tres niños de ocho años, uno de seis y hasta uno de 5. Los mismos números dicen que la policía detuvo, además, a 18 chicos de 10 años y 55 de 11.

VOLVER A DELINQUIR Según Salcedo, «la situación es muy grave, ya que, al ser liberados, los menores se sienten impunes y muchas veces vuelven a delinquir». En rigor, los reincidentes conforman una minoría según los datos oficiales. En los primeros cinco meses del año, volvió a delinquir el 11 por ciento.

Eso sí: hay casos de reincidencias múltiples. Un menor, por ejemplo, fue detenido nueve veces en ese lapso y otros dos, ocho veces, mientras que la mayoría de los reincidentes fueron detenidos entre dos y cuatro veces.

Según el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Daniel Arroyo, en esta provincia el 40 por ciento de los menores de edad -cerca de un millón de chicos- está en riesgo debido a la marginalidad. «Trabajamos con la idea de que los menores están en peligro y que la sociedad se siente insegura. Los chicos se perciben fuera de ella. Para eso trabajamos con proyectos de inclusión social, con, por ejemplo, 1500 tutores de calle; los tutores son personas reconocidas en los barrios.»

Respecto de la cantidad de menores que, luego de ser detenidos, quedan en libertad Arroyo dijo: «La definición de quién queda privado de su libertad y quién no es dela Justicia. Nosotros tenemos una red de contención para los menores, que ya tiene 21 servicios zonales, que dependen de la provincia; 114 servicios locales, que son municipales, y 18 de referencia para menores en conflicto con la ley».

El ministro recordó que sólo el 14 de julio empezó a funcionar el fuero penal juvenil, en cuatro de los 18 departamentos judiciales de la provincial:La Plata, Necochea, Quilmes y San Martín. Una semana antes de esa puesta en marcha la Suprema Corte de Justicia bonaerense advirtió que no estaban dadas en su totalidad las condiciones para la primera etapa de este nuevo fuero, básicamente porque los mencionados servicios locales y zonales de protección y promoción de los derechos del niño no funcionaban en todos los distritos.

La fiscal del fuero penal juvenil de Necochea, Verónica Posse, dijo: «La creación del fuero es acertada. Tampoco están funcionando completamente los programas de inclusión. Lo importante es que se está trabajando».

Gloria Gardella, ex jueza de menores de La Plata, consideró: «La ley es buena porque ubica al niño como sujeto de derecho. Pero el Estado tendría que llegar antes de que rompa las normas. Poner el caballo delante del carro».


Radio Provincia: Un juez desacredita un informe estadístico sobre menores

Los chicos no tienen que llegar a los juzgados

Un juez de Menores asegura que los países más seguros no son los que aplican penas más altas sino los que tienen mejores políticas sociales

El juez de Menores del Departamento Judicial de Mercedes Luis Torcoletti, desacreditó un informe que publica hoy el diario La Nación, según el cual el 90% de los menores que son detenidos queda en libertad. El matutino asegura que en la provincia de Buenos Aires se detienen 35 menores por día, pero casi todos queden en libertad a las pocas horas.

El magistrado aseguró que “en la Argentina no hay estadísticas serias” y que los datos que presenta La Nación“supongo que debe haber sido tomado de las comisarías” y “habría que ver qué es lo que llega a los juzgados y qué finalmente llega a sentencia, con lo cual no es lo mismo”. Al respecto, expresó que a los jueces siempre les “llama mucho la atención la reiteración” de la figura de “atentado y resistencia a la autoridad” como motivo fundamental de la detención de menores por parte dela Policía.

Explicó por Radio Provincia que con la legislación que estuvo vigente hasta hace poco, “muchas veces se detenía a un chico en la calle porque no podía justificar por qué se encontraba en la calle”. El doctor Torcoletti opinó que “es preocupante que la preocupación pase por los números, por la estadística”, porque “la verdadera preocupación debería ser que el chico en lo posible no llegue ni siquiera a un juzgado”.

El juez de Menores reflexionó que “los países que mejor resultado han tenido en disminuir la inseguridad, no han sido los que tienen pena de muerte y penas más altas, sino los que tienen mejores programas sociales. Entonces por ahí es bastante más fácil para el ciudadano sumar tranquilidad porque el chico está preso, porque hay un patrullero en la esquina o porque hay 20 policías más en la comisaría, y en realidad eso es pan para hoy y hambre para mañana”.

Torcoletti aseguró que la actual ley dedicada a los niños y adolescentes, va en el camino correcto, pero aseguró que “va a llevar bastante tiempo implementarla”. Explicó que la norma “prevé que aún siendo no punibles, los chicos deben ser redirigidos a programas que deben realizar los municipios con el apoyo de la provincia. No quedan presos; van a esos programas de estricto orden social y, eventualmente, tienen sociólogos, psicólogos para trabajar los problemas de conducta”.

(Mañana y Media, lunes a viernes8 a10. AM 1270)


Otra de Radio Provincia Mil menores detenidos por mes

Salcedo: “Es por la falta de inclusión social”

El jefe de la policía bonaerense confirmó que de ese total, un 14 por ciento es reincidente.

El jefe de la policía bonaerense, Daniel Salcedo habló sobre la estadística que establece que hay mil menores detenidos por mes.“Eso es nominal» dijo y explicó: “no son mil aprehensiones entre las cuales hay reincidencias». En diálogo con Radio Provincia, el funcionario policial indicó que “alrededor del 90 por ciento son entregados a sus padres ya que la nueva ley de menores y los tratados internacionales –con jerarquía constitucional- no permiten que estén detenidos en dependencias policiales”. Por otra parte, informó que de ese total, vuelven a delinquir un 14 por ciento”. Al ser consultado sobre la responsabilidad de los padres, sostuvo que no le consta que esos chicos sean consecuencia de actitudes desaprensivas. “Son casos detenidos en fragancia, lo cual habría que multiplicarlo por la cantidad de delitos que realmente comenten”. El jefe de la policía de la provincia explicó que en gran parte “el motivo del delito para estos jóvenes es el medio para conseguir droga, mientras que para otros, es un fin en sí mismo. También en muchos es consecuencia del alcohol”. El gran problema es la falta de inclusión social” y explicó que los programas de reinserción social no cumplen su fin ya que los jóvenes vuelven a delinquir.


EL DIA: Más de mil menores son detenidos al mes por delitos enla Provincia

“Un 87% de ellos vuelve con sus padres sin pasar por programas de contención”. Cada mes, unos 950 menores trasponen por primera vez la frontera del delito y son aprehendidos en la Provincia de Buenos; mientras que otros 120 son arrestados en forma recurrente. En casi un 60% de los casos se trata de robos, buena parte de ellos a mano armada. El 87% de estos jóvenes son liberados de inmediato sin pasar por ningún programa que los contenga para no reincidir en posibles actos delictivos.Los datos -que surgen en forma extraoficial del propio ministerio de Seguridad bonaerense- describen un panorama desolador que no da respiro. Y que, a criterio de distintos profesionales vinculados a la temática, crece año a año a la par de la crisis económica y la desintegración social.

En ese contexto, no son pocos los que mencionan también la incidencia del alto consumo de drogas como un exacerbador del fenómeno. A los jueces, defensores y fiscales del fuero penal juvenil no les resulta ajena una realidad en la que el uso de estupefacientes torna los hechos cada vez más violentos y desesperados.Si se observa las tipologías de los delitos más frecuentes, el informe muestra -sobre la base de las 5.351 detenciones de menores registradas entre enero y mayo de este año- que el grueso de los arrestos estuvo vinculado a robos (1.825), robos calificados (1.298) y hurtos (1.104). Pero el mapa no excluye otras causas como tenencia de armas de fuego (129), tenencia de drogas (159) y homicidios, por mencionar algunas.

Es necesario aclarar, sin embargo, que esas «detenciones» que menciona el informe extraoficial del ministerio de Seguridad son en rigor «aprehenciones»; y que en esa instancia no ha sido demostrado que los jóvenes sean culpables de los hechos. Técnicamente, las detenciones las solicitan luego los fiscales sobre la base de ciertos elementos de prueba. Pero de hecho -reconoce un juez con muchos años de experiencia en el fuero penal- «no es fácil establecer el grado de participación de los chicos en muchas causas. Aunque uno lo intuye, ante la duda se los debe dejar en libertad». Y libertad -cuenta por su parte un joven fiscal- significa en muchos de estos casos «darles hasta plata para el micro, porque no tienen ni eso».

APROVECHAMIENTO Pese a que su área de trabajo no implica trato directo con menores, el titular del juzgado de Garantías N°3 de La Plata, Néstor De Aspro, observa que «existe cada vez una mayor participación de éstos en hechos delictivos donde intervienen adultos», la cual «se nota especialmente en las causas de robo con armas de fuego».»Es algo que obedece al aprovechamiento que hacen los mayores de los chicos. Y se explica por el hecho de que si éstos son detenidos tienen grandes posibilidades de quela Justiciase los reintegre a los padres», aclara el juez.»Cuando hay un menor en un auto de apoyo o es quien ´aguanta´ las armas durante un robo resulta indudable que ha sido mandado por un adulto. Generalmente, todos los elementos que hacen a la comisión del delito son salvaguardados en manos de un menor. También se los usa a menudo para marcar casas y hacer tareas de inteligencia: un chico que da vueltas por un barrio llama menos la atención», señala De Aspro.

En este aspecto, la ley penal que rige la edad de imputabilidad en nuestro país desde hace casi tres décadas establece diferencias claras: los menores de hasta 16 años no son punibles en ningún caso; los menores con más de esa edad pueden serlo sólo si el delito tiene pena superior a los dos años de prisión. Esto deja afuera las amenazas, los daños y lesiones leves, y el hurto entre otros ilícitos.

De los 5.351 menores aprehendidos en la Provincia de Buenos Aires durante los primeros cinco meses de este año, el 40% de ellos tenía menos de 16 años. Pese a ello, el número de aprehensiones de adolescentes no alcanza aún a la de adultos. En el mismo período fueron arrestados por la policía 79.575 mayores, lo que resulta en una relación de catorce adultos por cada menor.

EL COSTADO VISIBLE Aunque la delincuencia juvenil es sin duda un fenómeno que no puede atribuirse a una única causa, distintos especialistas coinciden al señalar el trasfondo social en el que surge mayormente. En especial cuando «el grueso de los menores que ingresan hoy al sistema penal -como resalta Juan Benavídez, fiscal de fuero Penal Juvenil de nuestra ciudad- dejó la escuela y tiene sus necesidades básicas insatisfechas. Se encuentran, por decirlo de algún modo, en una situación de supervivencia».

De ahí que el fiscal entiende que «los menores aprehendidos por su vinculación con algún delito son sólo el costado visible de la falta de políticas de Estado para garantizarles contención social». Y que, en este sentido, «el derecho penal actúa apenas como una herramienta de control para impedir que reincidan».

Marcelo Ponce Núñez -integrante del Foro Provincial por los Derechos de los Jóvenes y abogado de la Central de Trabajadores Argentinos- afirma que «las causas del incremento de violaciones a la ley penal por parte de los pibes hay que buscarlas en sus condiciones de vida y sus posibilidades de insertarse en una sociedad que les brinde salidas».

«Estamos hablando de pibes que cuentan hoy con quince años o más de edad, con lo cual desarrollaron su personalidad dentro de un entramado social», que coincide con «la peor crisis socioeconómica de los últimos cincuenta años en la Argentina. No es un dato menor que pueda pasar inadvertido», dice.

«Como consecuencia, hoy tenemos un par de generaciones de pequeños argentinos que no han tenido padres con trabajo estable y vivieron todas las carencias que eso significa», señala el abogado.

«Pero tal vez lo más grave -agrega- haya sido la consolidación de ese posicionamiento social y la imposibilidad de ingresar en una movilidad ascendente en las generaciones futuras. Esto «suma además frustración» en un contexto donde «el exitismo expuesto por los medios les muestra realidades para ellos imposibles de alcanzar».

«Los pibes no nacen delincuentes; se hacen de esa conducta por una inadecuada inserción social. Su crecimiento bajo determinadas circunstancias es lo que los inclina hacia la violación a la norma. Por eso, lo que hay que cambiar son esas circunstancias», sostiene Ponce Núñez. Aunque prefieren reservarse los comentarios, muchos funcionarios del Estado lo saben también.

Por Carlos Fanjul

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