Así en un segundo, como llegaron en la madrugada del 27 de mayo, más de 300 policías bonaerenses después de 10 días de tener tomado un barrio al servicio de una empresa multinacional, levantaron las vallas del Barrio San Francisco de Berazategui: “ellos se fueron, pero a nosotros nos dejaron la sentencia de muerte para nuestro hijos”, sostiene una vecina que vive en la avenida 21 sobre el cableado de alta tensión que está enterrado en la puerta de su casa.
El transporte y la transformación de energía de alta tensión genera campos electromagnéticos que dañan la salud humana hasta el punto de generar enfermedades letales, como el cáncer y especialmente (reconocido por la OMS) leucemia infantil.
No obstante en Berazategui, con la aprobación del gobierno municipal (a cargo de Patricio Mussi) y el Ente Regulador Nacional de Energía (ENRE), y el desentendimiento de las autoridades sanitarias ambientales y ejecutivas de la Provincia de Buenos Aires se llevó a cabo, bajo represión a la población, la subestación Rigolleau que está emplazada en pleno casco urbano, generando desde hace meses campos electromagnéticos que enferman a la gente.
En este último operativo represivo que termino en el día de ayer, sumaron dos salidas de media tensión, una de las cuales pasa por delante de una escuela de educación especial, asi son 3 ya los establecimientos educativos afectados en forma directa por esta máquina de muerte.
La escuela Santa Cecilia, por cuya vereda pasan 264.000 voltios a solo 70 cm del suelo, establecimiento que alberga niños desde nivel inicial hasta escuela media, lo mismo ocurre en la escuela Leonardo Da Vinci, que está a solo 200 mts de la propia planta transformadora de energía y rodeada de cableados de media tensión; otro caso alarmante es el colegio 501 de educación especial de nivel inicial y primario, por cuya vereda, que estuvo sitiada por la policía, se prolongó la obra. Además del resto de los establecimientos educativos que rodean las zonas de afectación de estos campos electromagnéticos.
El ENRE permitió, CONTRA LA LEY que se llevara a cabo una obra NO CONSENSUADA POR LA COMUNIDAD AFECTADA, lo hicieron mediante represión policial sobre los vecinos, al mando de la comisaria primera de Berazategui y con la connivencia del gobierno municipal, que en 2006 (a cargo de Mussi padre hoy Secretario de Medio Ambiente de la Nación) había prometido a los vecinos impedir esta obra por ser perjudicial para las salud de los vecinos y luego en 2008 “mágicamente” cambio radicalmente de opinión, PERO NUNCA EXPLICÓ POR QUÉ.
Se desconocen las mediciones de campos electromagnéticos en la zona, la gente no es recibida por las autoridades y el único contacto con los funcionarios públicos que tiene el barrio es LA POLICÍA.
La contaminación electromagnética es un enemigo silencioso, que no tiene olor ni se ve, pero MATA y por eso los vecinos de Berazategui, junto a organizaciones sociales , culturales y ambientales PEDIMOS a la justicia que INTERCEDA ante tanta desidia y evite una masacre sanitaria como la que ocurre en el barrio lindero a la Subestación SOBRAL de Ezpeleta, donde son más de 200 los muertos entre los vecinos afectados por esa usina y su cableado de alta tensión, entre ellos niños muertos de leucemia y cáncer óseo.
PEDIMOS TRATAMIENTO YA del proyecto de LEY SANITARIA que está presentado en el congreso de la NACION para regular la instalación de subestaciones eléctricas y sus cableados!
Sumate a esta petición y pediselo vos también a diputados firmando aquí
NI UN PIBE MENOS!
CIERRE Y TRASLADO DE LA SUBESTACION RIGOLLEAU
Foro por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud de Berazategui