(CON VIDEO) «Tu risa me hace libre, me pone alas», decía Miguel Hernández en Nanas de la cebolla. Así lo entendió un grupo de hombres y mujeres cuando en los ’90, en plena década neoliberal, creó el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo que materializó en la práctica la consigna «el hambre es un crimen» creando decenas de casas que se transformaron en los hogares de miles y miles de niños y niñas que quedaban relegados a medida que crecían los negocios de las multinacionales con la complicidad del Estado.
Ruca Hueney es un ejemplo de construcción y lucha cotidiana por un mundo en el que quepamos todos y todas. Aunque los ’90 pasaron y ahora se habla de proyecto nacional y popular, hace más de un año que las instituciones civiles que trabajan con la infancia no reciben las becas y los subsidios necesarios para sostener y multiplicar sus proyectos.
VER VIDEO: Hogar Ruca Hueney – Movimiento Nacional Chicos del Pueblo
Fuente: Agencia CTA – Acta