COMUNICADO.
Diego tenía 17 años
Y hacia 5 meses que estaba detenido en una cárcel para adolescentes, de forma cautelar, es decir sin juicio. Murió quemado una semana antes de cumplir 18 años.
Diego murió el martes 1 de diciembre. Había sido sancionado luego de “discutir” con el personal del instituto cerrado Luis Agote con un encierro por 48 horas en una celda de aislamiento, ubicada en una zona alejada del resto de la población encarcelada y las oficinas del personal. Sin embargo, la sanción de aislamiento no está prevista por el reglamento disciplinario de los Institutos Cerrados dependientes de la SENNAF. Pese a esto, el aislamiento es una práctica habitual de estas cárceles para adolescentes, y Diego no tuvo respuesta frente a sus pedidos y gritos en aquella celda pequeña y alejada, a la que ingresó con un encendedor y donde se encontraba un colchón que no era ignífugo. Cuando el fuego comenzó, no había guardias cerca de la celda y a Diego se le quemó el 80% de su cuerpo. Luego de agonizar en el Instituto del Quemado, falleció.
En el año 2008, UNICEF y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNAF) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en el informe «Adolescentes en el Sistema Penal. Situación actual y propuestas para un proceso de transformación», decían respecto de la Ejecución de la Pena : » La Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 37, incs. a) y c), prohíbe expresamente la aplicación de penas que sean consideradas tortura y tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes”.
Entre el 2004 y el 2014 murieron 58 niños y adolescentes en centros de detención y no hay detenidos signados como responsables a pesar de haberse constatado la práctica sistemática de la tortura sobre los muchos de estos chicos presos.
Las autoridades de las cárceles para personas menores de edad son funcionarios de la Secretaria de Niñez Nacional o Provinciales, no son el servicio penitenciario, no podemos ya decir que son resabios de tiempos dictatoriales. No hay excusas posibles, no hay negligencia, parece existir una práctica de exterminio sobre la población de jóvenes pobres que se vuelven blanco fácil del sistema penal, tan represivo como el de otros tiempos. Hay una gran des-responsabilidad de gobierno y un Estado que sigue llegando tarde.
Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud de la Provincia de Buenos Aires – 10 años