En el año 2016 se conformó en la Argentina el espacio local de la Red Internacional en Defensa de la Niñez en Situación de Calle- RIDIAC, una organización que promueve acciones para visibilizar el problema de la niñez en situación de calle y lograr incidir en políticas públicas de los Estados miembros de la Red, que tuvo su origen en Brasil y hoy está integrada por más de 10 países en latinoamérica.
“El trabajo se enmarca dentro de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña, como también en la Observación Número 21 de la Organización de las Naciones Unidas respecto a cuáles deberían ser las políticas públicas de los estados para solucionar el grave problema de la niñez en situación de calle. Y creemos que en nuestra región es preocupante”, expresó Rosario Hasperué, dirigente del Foro por los Derechos de la Niñez, Secretaria de Comunicación de la CTA Autónoma Bonaerense y una de las delegadas de RIDIAC en Argentina e integrante del equipo de articulación internacional de la RED.
“Nuestros países tienen altísimos índices de personas en situación de vulnerabilidad, y por ende de calle. Pero no es solo una cuestión económica sino también cultural. Hay países con graves problemas de pobreza que sin embargo no conciben que haya personas en situación de calle porque hay un esquema basado en la solidaridad y para ello tienen desarrollados sistemas de seguridad social que atienden esas situaciones” expuso, al tiempo que amplió: “en nuestra región, cualquier cuestión que tenga que ver con la vivienda se inscribe en el plano individual, por lo cual el problema de vivienda y hábitat pasa a ser un problema personal. Los estados tienen pocas y esporádicas políticas de acceso a la vivienda. Y los niños son la peor cara de este sistema donde hay miles en situación de calle porque no existen ni planes y ni programas adecuados para atender estos problemas”. «Al mismo tiempo- agregó- las áreas de niñez están des financiadas, los dispositivos de atención a la niñez y adolescencia no trabajan en el tiempo que requieren las urgencias, pero también faltan políticas de promoción, prevención. Todo esto nos indica que la niñez no está en la agenda pública y política, y por este motivo es imprescindible aunar esfuerzos para cambiar esta situación».
En este marco, señaló que “trabajar con la población en calle y planificar políticas es difícil sino se aborda desde un plan integral. Para esto se necesitan datos, y hoy no existen estadísticas oficiales porque las personas en situación de calle quedan afuera en los censos oficiales ya que se censan las viviendas, y no hay censos de personas en situación de calle promovidos desde el estado, sino desde organizaciones populares” y que en ese sentido, “nuestro trabajo es promover acciones en red con las organizaciones y estados para poner el tema en agenda, promover un estudio serio sobre la situación en cada región, y trabajar para adecuar las normativas, planes y programas a las recomendaciones de la Observación Número 21 que da indicaciones claras sobre cómo deberían adecuarse los Estados para dar solución a esta problemática».
«No podemos acostumbrarnos a ver niños y niñas en situación de calle como si fuera un paisaje de la ciudad. Hay que entender que están expuestos a peligros de delitos, mafias, vivir en la intemperie y sufrir la falta de alimentación adecuada, salud, educación, y todo lo que implica no tener acceso a un hábitat y a la falta de oportunidades de vida digna”, finalizó Hasperué.