Mientras se incrementa el presupuesto para seguridad, la falta de pago de los convenios con hogares, centros de día, unidades de desarrollo infantil, y entidades oficiales conforma un duro panorama al que se le suma la desfinanciación de programas específicos de promoción de derechos. La necesidad de discusión integral.
La sanción de la ley 13.298 crea un nuevo sistema para el trabajo en la promoción y protección de derechos del niño que establece la creación de los diferentes órganos como los servicios locales, consejos locales, defensor del niño o el observatorio social. y estipula la creación de planes y programas.
Justamente una de las bases más importantes para garantizar el funcionamiento de la nueva ley, es la seguridad de tener uno, dos o más programas con los que articular para promover y restituir derechos. Y, cuando fueran agotadas todas las demás instancias, contar con hogares que puedan no solo alojar sino también ayudar a que ese niño o niña sea feliz, pese a las situaciones –en su mayoría traumáticas- que haya debido transitar. Claro, que el retorno al hogar materno, cuando hay voluntad de la familia, debe continuar siendo prioridad.
Sin embargo, el gobierno de la provincia de Buenos Aires opta por el desfinanciamiento del sistema en general y específicamente de los programas provinciales, hogares y centros de días tanto oficiales como los conformados por organizaciones no gubernamentales.
La situación es crítica, los trabajadores de programas vaciados como el PROA o Envión se están organizando desde diciembre del 2011, fecha en la que ya algunos hogares dejaron de percibir el pago de becas, y hastahoy la provincia todavía adeuda el último bimestre del año pasado a algunas de estas instituciones.
Durante 2012, responsables de hogares y centros de días dependientes de la Secretaria de Niñez y Adolescencia; y de comedores, casas del niño, jardines y Unidades de Desarrollo Infantil (UDI´s), dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, junto a la CTA, y organizaciones sociales como el Foro por los Derechos de la Niñez y el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) llevaron adelante dos movilizaciones multitudinarias hacia la Gobernación bonaerense yhacia la Casa de Provincia en Capital.
Si bien fue positivo que se diera rango de Secretaría al área de Niñez, los problemas administrativos ante la división de dependencias entre el Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría están a la orden del día. Además los reclamos que se realizan en distintos edificios tienen que ver con un mismo problema: falta de inversión y política pública para la implementación del sistema de promoción y protección de derechos de la niñez.
Programas provinciales
Cabe destacar que desde la vigencia del nuevo paradigma, -excepto el Programa Envión y Operadores de calle- no se han implementado programas provinciales de promoción y protección de derechos acordes con la ley 13.298; la mayoría de los programas son de ayuda económica, recortados y limitados a proteger derechos en la emergencia.
Existen en la actualidad diez programas dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, vigentes antes de la ley, y que se reacomodaron como pudieron con el cambio de paradigma. Pero las partidas del presupuesto asignadas deben ser rendidas según las pautas del viejo sistema, lo que hace difícil ver sus gastos reales.
Algunos, fueron absorbidos por otros, como es el caso del Programa de Autovalimiento Juvenil (PROA) que desapareció cuando se creó el programa ENVION. Existe una gran cantidad de trabajadores que vienen del viejo sistema en algunos casos sin tarea específica, en otros sin capacitación, y sin un dispositivo de contención que les permitiera adecuar sus prácticas a una nueva tarea, ya que algunos institutos pasaron a convertirse en programas.
Por otra parte, una cuenta pendiente es la descentralización de los programas. En el caso de La Plata, por ejemplo, la mayoría actúan en el microcentro. En muchos casos, se tiene más en cuenta la distancia y la cantidad de vacantes antes que el programa adecuado para el derecho vulnerado del niño o la niña.
Los programas que existen en la actualidad son el Programa de Abordaje Múltiple (PAM) que atiende en La Plata a 95 niños -según la información del Juzgado en lo Contencioso y Administrativo Nº 1-, el Programa Servicio de Atención Terapéutica Integral (SATI) que atiende de manera ambulatoria a 143 niños, el Programa Centro Terapéutico Diurno, que realiza talleres de estimulación para 30 jóvenes, el Programa Centro de Tratamiento y Atención Integral (CTAI) que realiza talleres y ayuda alimentaria y atiende a 14 niños, y el Programa Servicio de Asistencia Familiar, que atiende a niños, adolescentes y jóvenes en el marco de la nueva ley de Responsabilidad Penal Juvenil.
Uno de los programas que fue implementado según los lineamientos de la
nueva ley es el programa provincial Barrio Adentro, que interviene en la comunidad platense de Altos de San Lorenzo con niños y niñas en alta vulnerabilidad social. Cuenta con una gama de dispositivos que actúan en niveles de prevención y procesos de responsabilización y atiende a más de 544 niños. Este programa es ejemplo de articulación con las demás instituciones, garantizando la corresponsabilidad, pero además haciendo posible la llegada del programa al niño o la niña gracias a la cercanía; el programa funciona en el barrio con instituciones y familias en la generación de propuestas para la zona.
Sin embargo, el total de casos que atienden estos programas en la provincia no llega ni a un 10 por ciento de la población total de niños. Por ejemplo, en La Plata sólo se hace un abordaje de la situación a 844 niños, niñas, adolescentes y jóvenes, una cifra mínima frente a la totalidad de chicos que habitan en la capital provincial.
Sub-programas en grave situación
El Ministerio de Desarrollo Social posee cinco subprogramas a través de la Dirección de Seguridad Alimentaria, que tienden a mejorar las condiciones de nutrición de los pibes, una de las cuestiones básicas a garantizar como lo es una alimentación adecuada.
Los programas sonel Plan Mas Vida, de ayuda económica lacto materna cuya franja etaria es muy acotada, ya que atiende a chicos hasta el año de vida, el programa de Servicio Alimentario Familiar (SAF), el Servicio Alimentario Escolar (SAE), las Unidades de Desarrollo Infantil (UDI´s) y Apoyos Alimentarios.
Es importante destacar que el SAF y el SEA tuvieron durante el 2011 como beneficiarios a 2.025.508 niños, niñas y adolescentes escolarizados que cuentan con desayuno, y/o merienda reforzada y/o comedor. Por otro, lado las Unidades de Desarrollo infantil garantizan la atención integral de niños y niñas de 0 a 14 años que por diversas razones no pueden ser contenidos en al ámbito familiar, prestan atención alimentaria, estimulación temprana, apoyo pre y escolar y promoción familiar. Estas unidades que pueden ser oficiales o conveniadas con organizaciones no gubernamentales, atienden un total de 78 mil niños y niñas que concurren diariamente a instituciones como jardines maternales, centros de atención integral, centros juveniles, comedores infantiles sostenidos en base de este programa, cuya inversión para el año 2011 fue de 192.183.416 pesos, entre 300 y 450 por chico al mes.
No obstante, la provincia adeuda meses de pago a los proveedores de comedores escolares, así también como el pago de becas a las Unidades de Desarrollo Infantil, a ong’s y a entidades oficiales. Esta deuda provoca que las organizaciones sociales también se adeuden con préstamos privados o deban funcionar sólo con donaciones. Respecto a comedores escolares, ante el retraso de más de seis meses en los pagos, los proveedores suspendieron durante una semana la previsión de alimentos en las escuelas públicas que cuentan con comedor, amenazando con continuar la medida si no se regulariza el pago. Incluso aún no se sabe si se abrirán los comedores escolares en verano, lo que puede afectar a millones de niños.
Hogares y Centros de Días cerca del cierre
Desde marzo de este año los hogares y programas oficiales dependientes de la Secretaría de Niñez y Adolescencia vienen reclamando el pago de las cajas chicas, que hasta hoy no se ha regularizado. Durante el mes de mayo algunos programas habían percibido el dinero de las cajas adeudadas pero con un recorte del 30%. La situación es muy parecida en el caso de hogares y centros de días conformados por ong’s, que no están percibiendo de manera regular las becas que cobran por las plazas que poseen, lo que conlleva a que necesiten endeudarse y luego a cerrar sus puertas.
Según trabajadores de la Red de Hogares y Centros de Días de la provincia de Buenos Aires (RedBA), en el territorio bonaerense había a fines del 2011, 680 instituciones, de los que 162 son hogares. En esas cifras, el Estado provincial tiene 18 hogares y el resto son conveniados.
Si bien los trabajadores no han podido llegar a las cifras oficiales, calculan que 20 hogares conveniados cerraron durante el 2012 por falta de pago de las becas, dejando de atender, aproximadamente, a 400 niños. Más de 200 instituciones no cobraron todavía el sexto bimestre del año 2011 y otras 35 no recibieron becas en todo el 2011, un incumplimiento grave de los convenios, que establecen los pagos por adelantado.
Respecto a Hogares del Estado, el Consejo Local de La Plata elaboró un informe en el que se destaca por un lado el esfuerzo de trabajadores pero la situación edilicia en muchos casos muestra un abandono total. Esto se debe a la falta de financiación adecuada para las actividades de estos programas y el mantenimiento de los edificios públicos que se llevan adelante con un sistema de “cajas chicas”. Estas cajas, necesarias para comprar hasta las lamparitas de un instituto por ejemplo, no han aumentado en montos y además se pagan cada vez menos. Como consecuencia, se va agravando la situación edilicia de las instituciones que contienen o atienden pibes, que justamente provienen en su mayoría de situaciones de pobreza.
Cuando el secretario provincial de Niñez, Pablo Navarro afirma en congresos internacionales ymedios masivos que en apenas cinco años se redujo a la mitad la cantidad de niños menores de 18 años sin cuidados parentales por los recursos adecuados puestos por el gobierno, no dice toda la verdad. La reducción de chicos internados en provincia de Buenos Aires no es producto de una política planificada, sino por reducción presupuestaria que también afecta a Servicios Zonales y programas.
El Envión frenado
El Envión es un programa de “responsabilidad social compartida” que se desarrolla en los 135 municipios y tiene como objetivo la inclusión del joven generando espacios de talleres y además aporta el pago de una beca mensual. Desde octubre del 2011 se han sucedido irregularidades en el pago tanto de las becas como de los talleristas a cargo de los espacios de producción.
Desde esa fecha, los trabajadores han sufrido despidos injustificados y amenazas de recorte salarial entre otras intimidaciones. Incluso, la responsable provincial del programa, Mónica Capellini, no pudo responder sobre estas denuncias ante los trabajadores y trabajadoras en una reunión mantenida el año pasado.
Los reclamos continuaron durante enero y febrero de 2012 y sólo mediante la organización han podido generar una regularidad del cobro mes a mes. Uno de los problemas en torno a esta cuestión es que la provincia descentraliza en cada municipio la administración de los fondos del programa. Como en muchos casos, la distribución no es la adecuada para generar más inclusión y protección de derechos, y los trabajadores están luchando ahora por el pase a planta permanente a la provincia.
El Envión funciona en sí por la “militancia” de los trabajadores, que son vistos por las autoridades como jóvenes con ganas de cooperar y no como profesionales, por eso también se les rechazó el último y único pedido de aumento del salario.
En lo que respecta a La Plata, el programa desembarcó por primera vez en Altos de San Lorenzo en septiembre del 2011 y recién a fin de año el equipo técnico pudo cobrar los cuatro meses trabajados. Este año abrieron dos sedes nuevas pero la situación no cambió: los talleristas no poseen el sueldo en términos, ni tampoco los materiales para garantizar las clases. De hecho hoy las tres sedes funcionan sin talleristas; sus lugares son reemplazados por los equipos técnicos o tutores, actores, que en realidad el programa planteó para las funciones de fortalecimiento de la vida del pibe en otros aspectos.
Por otro lado, en los convenios con los distritos, quedó establecido que es competencia de los municipios garantizar viandas para los becados. Esto no se implementó hasta el mes pasado, y la vianda consiste en un alfajor y un sobre de jugo.
Anabel Urdaniz
Publicado en la edición de diciembre del periódico Primer Tiempo