Trabajo infantil y discursos: pensar en las realidades de los pibes

215 millones de niñas, niños y adolescentes continúan trabajando en el mundo, de los cuales más de la mitad son víctimas de las peores formas de explotación infantil. Así lo denuncia la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que instituyó el 12 de junio como Día mundial contra el trabajo infantil, desde donde se impulsó el Convenio Nº182 sobre las peores formas de trabajo infantil y el Convenio Nº 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo.

El Estado Argentino ratificó estos convenios y sancionó en este 2013 la Ley Nº 26.847que tipifica la explotación del trabajo infantil como delito penal y la Ley Nº 26.390 que subió de 14 a 16 la edad mínima para la admisibilidad laboral.

En esa línea se llevaron adelante varias actividades y jornadas que pusieron como eje la problemática haciendo hincapié en el trabajo doméstico.

Desde el Foro por los Derechos de la Niñez, queremos expresar que existen diferencias en lo que respecta al trabajo en condiciones de explotación infantil y al trabajo doméstico. Con relación a este último, más allá de que es claramente condenable, exige profundizar la mirada, y ver que en los casos en que los niños y niñas deben contribuir al sustento de la economía familiar, o bien ayudar con las tareas de la casa o cuidar a sus hermanitos, no es por el sadismo de sus padres, sino que está vinculado a familias atravesadas por la pobreza y en este marco, es que debemos trabajar por los derechos de los pibes de manera integral.

Desde esta organización consideramos que para combatir realmente el trabajo infantil, se debe aplicar la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes. A través de esta ley nacional, y de las leyes provinciales que van en ese sentido, se debería organizar el sistema que trabaje con las familias y con los niños en la concreción de todos sus derechos: educación, salud, juego, alimentación adecuada, vivienda, hábitat. Derechos vinculados a los derechos de los padres, y fundamentalmente al derecho de los padres a tener un trabajo digno que les permita proteger a sus hijos y brindarles todas las herramientas para crecer con felicidad.

Por eso también estamos en la CTA. Sin derechos de todos los trabajadores no hay derechos de todos los niños. Existen una serie de demandas de los trabajadores vinculadas a la necesidad de contar con sueldos acordes a la canasta familia, con jardines maternales estatales, gratuitos, con la extensión de la jornada escolar, con la extensión de la licencia por maternidad y paternidad. Cuestiones sobre las que el Estado debería tener una política si justamente pretende erradicar el trabajo infantil doméstico.

Respecto a la explotación infantil, en talleres textiles clandestinos, prostíbulos o en el sector del agro, entendemos que su erradicación está estrictamente vinculada a la erradicación del trabajo esclavo, situación que lamentablemente vemos agravarse en nuestro país en estos últimos años.
Debemos decir, que la sanción de las leyes y la asignación por hijo son avances pero que si no están articulados con la plena aplicación de las leyes de promoción y protección de derechos- que implica inversión y decisión política – seguiremos escuchando grandes discursos alejados de las realidades de los pibes.

Promoviendo Derechos construimos Igualdad

Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud
de la provincia de Buenos Aires

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