“Arrestaron a un chico de 8 años por matar a un joven durante un robo”, titula hoy el diario La Nación un artículo firmado por nadie pero que, claramente, está en consonancia con la línea editorial del periódico. Nuevamente, con total descaro y sin metáforas, el diario nos explica que: “El debate sobre la imputabilidad de menores se reactivó con fuerza este año a partir del asesinato de …” La operación mediática está en marcha. En una semana dos notas del mismo diario sentencian y juzgan. Pareciera que no es necesaria la intervención de la Justicia porque La Nación ya dictaminó quién es culpable y de qué. Cualquier caso similar hubiese sido perfecto para el trabajo sucio. Sin embargo en esta oportunidad, no solo se encuentran con una madre que no pide “mano dura” sino que, además, hay trabajadores/as, vecinos/as, organizaciones sociales, instituciones que no vamos a permitir esta operación que estigmatiza, incita a la violencia, destruye lazos.
El ejercicio del periodismo irresponsable debe ser desenmascarado y puesto en cuestión cada vez que algo así se publique. No puede “un/a nadie” escribir lo que supone, cree o le contaron escondido/a tras la impunidad que le da el anonimato. Solo se puede entender esta acción manipuladora cuando el tema de la baja de la edad de imputabilidad vuelve a tener peso en la agenda. Claramente, quienes practican su profesión poniéndole precio se convierten en mercenarios capaces de todo. Saben que muchos/as chicos/as no tienen quién defienda sus derechos y que son fácilmente demonizables.
Es mucho más sencillo escribir cobardemente que “un menor mató o robó” que denunciar que hay un Estado que no planifica ni implementa políticas públicas de cuidado y protección. Que “hace como sí”, que no le importa el futuro de los/as chicos/as, ni el presente de los jóvenes, que precariza a los trabajadores/as, que recorta recursos, que no invierte en salud ni en educación. Quienes trabajamos cotidianamente en los barrios, luchamos todos los días con las ineficiencias, las omisiones, las carencias. Conocemos de memoria a los/as chicos/as, los/as jóvenes y a sus familias.
No hace falta que ningún medio amarillista los/as quiera escrachar en un titular de impacto mediático. Aprendimos en la escuela pública, que los medios no siempre dicen la verdad y que, para saber lo que sucede, hay que caminar los barrios. A esta altura sostenemos que el “periodismo militante” del diario, dejó de lado todos los supuestos básicos de su profesión y de la ética, razón por la cual seguiremos denunciándolos por los medios que podamos.
Exigimos al diario La Nación que cese las publicaciones anónimas. Que se de a conocer el nombre de la persona que escribió el artículo del día de hoy y que reconozca su explícita intención de argumentar a favor de la baja de la edad de imputabilidad.
Artículo publicado por trabajadores/as y vecinos/as del Barrio Ramón Carrillo y Fátima
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