Sobre el género y la niñez trans

Por Mª Florencia Alvarado Torres*. Desde el espacio Género y Niñez del Foro por la Niñez, planteamos que la desigualdad de género es una diferencia que se construye social y culturalmente por cada agente social a través de diferentes procesos individuales y colectivos incorporados. Con esa perspectiva realizamos ya en el años 2015, en el marco de la Cátedra Libre de Niñez y Adolescencia de la UNLP una primera charla para dar cuenta de este tema en el ámbito de la universidad. Un año después publicamos sobre los “micromachismos” que refuerzan los estereotipos de género. Y en el 2017 llevamos adelante el primer seminario virtual de la UNLP sobre género y niñez que tuvo un récord de inscritos en la plataforma web sobrepasando todas las expectativas. Así fue que en el 2018 logramos incluir un texto sobre la cuestión de Género y Niñez en el Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN-OEA) para continuar instalando este debate necesario.

En esa línea, seguimos trabajando por ofrecer una mirada crítica y en ésta ocasión coordinamos junto a la asociación “Crianzas disidentes” para la realización de un seminario presencial titulado “Niñez trans”. La finalidad, tal y como nos han indicado sus responsables, es propiciar la “apertura y la reflexión a los conocimientos sobre la temática, enmarcada en la Ley de Identidad de género de la República Argentina”.

Por lo que a mí respecta como antropóloga y una de las promotora de este espacio, me gustaría comentar a modo de introducción reflexiva en esta materia, que si bien es posible abordar esta cuestión desde las diferentes teorías explicativas en torno a “lo trans”, resulta de manera más o menos generalizada escuchar desde diferentes sectores de la sociedad que las personas trans son “mujeres/hombres atrapadas en el cuerpo de un hombre/mujer”. El uso de esta  metáfora gráfica es elocuente porque resume de una manera muy concreta la complejidad del asunto, pero a su vez resulta interesante destacar qué aspectos de la realidad social y cultural está eclipsando una expresión de este tipo. Quizás para lxs lectorxs avanzadxs en los estudios de género pueda resultar un tanto obvio, sin embargo para el resto no lo sea tanto. Una frase como esta implica a simple vista al menos dos aspectos a tener en cuenta: 1) En torno al cuerpo, implica la existencia de un dispositivo normativo aceptado (y naturalizado) culturalmente y que está vinculado al “deber ser”. Una especie de imposición preconcebida, tácita, y naturalizada del cuerpo individual, social y político de los sujetos. 2) El modo en que está construido el enunciado, utilizando para ello categorías que se oponen como mujer/hombre y  forma/función, y también las del tipo  producción/reproducción, naturaleza/cultura. En la niñez principalmente, pero también durante la adolescencia, los cuerpos son socializados en el marco de estas categorías. Los sistemas de significados de éstas constituyen los aspectos hegemónicos (y hegemonizantes) de la cultura, y funcionan a diferentes niveles de la organización social. Hasta aquí he comentado brevemente sobre algunas de las categorías hegemonizantes y/o razonamientos que engloba una frase conocida por muchxs de nosotrxs para resumir la “realidad trans”. Sin embargo no es posible referirnos a las formas hegemónicas de pensamiento sin hablar de los modos en que la (s)  resistencia (s) por su parte también construye significados desde las propias realidades biopsicosocioecoculturales de los sujetos llamados “trans”; hegemonía y resistencia entendidas como un continuo movimiento de disputa en el campo del saber/poder en clara alusión a la terminología foucaultiana. En la actualidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente en su Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (conocido como DCI-11, 2019) ha dejado de utilizar el término “transexual” por el de “incongruencia de género”, en un movimiento desestigmatizante, que si bien comenzó allá en los 90 (siglo XX), ha pasado de enmarcarse en el campo de la salud mental al de la salud sexual en un claro deseo por seguir eliminando las barreras en atención sanitaria. Por nuestra parte desde el Foro por la Niñez con esta iniciativa seguimos contribuyendo al diálogo para la eliminación de estigmas a través de espacios abiertos y respetuosos con la diversidad en el marco del Interés Superior.

* Antropóloga – Universitat Rovira i Virgili. Responsable área Género y Niñez del Foro por la Niñez, Argentina.

 

 

 

 

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