En el marco del día de las niñeces, hablamos con la TV Pública sobre la situación de las niñeces y las juventudes en nuestro país, y la urgente necesidad de instrumentar políticas redistributivas para resolver problemas de fondo.
“Los derechos de la niñez están declarados en la Convención Internacional de los Derechos del Niño a nivel mundial, y la Argentina ratificó esta convención en el año 1994, tiene rango constitucional, y tenemos leyes adecuadas tanto a nivel nacional, como en todas las provincias, para que el Estado, que es el garante de la restitución y de la garantía de que se cumplan estos derechos, lleve adelante las políticas públicas para que todos los niños accedan a salud, alimentación, educación, a una vivienda digna, a jugar” dijo Rosario Hasperué, Coordinadora Nacional del Foro por los Derechos de la Niñez y Secretaria de DDHH de la CTAA Bonaerense electa, al tiempo que agregó “el 56 por ciento, más de la mitad de los niños y niñas del país están bajo la línea de pobreza. Bajo la línea de pobreza se vulneran cantidad de derechos”.
En relación a la problemática del trabajo infantil, mencionó “según las estadísticas de la CONAETI, uno de cada diez niños trabajan, pero en el campo esta situación se da en dos de cada diez niños. Todavía tenemos mucho trabajo en nuestro país para que todos los niños y niñas accedan a todos sus derechos y uno de ellos es a no trabajar”, aseguró.
En cuanto al derecho a la educación, expresó “en el país en cada provincia hay una desigualdad tremenda, no es lo mismo los niños y niñas que acceden a la educación en una ciudad, que los que acceden en otros ámbitos, y esto tiene que ver también con la conectividad. Hay muchísimas escuelas que todavía están aisladas, que ni siquiera acceden a un tendido eléctrico. Pero fundamentalmente, lo que más nos preocupa es el tema de la alimentación. Tenemos aproximadamente dos millones de niños y niñas en nuestro país que están comiendo mal, y de eso se desencadenan los casos de muertes por desnutrición. Y este es un problema muy grave, teniendo en cuenta que este es un país muy rico, donde se producen toneladas de alimentos. Por eso nos duele que en un país hecho de pan haya niños que se mueran de hambre, esa es una realidad que debemos cambiar”.
En ese sentido, reforzó “que los niños y niñas accedan a la educación es un derecho básico. Ahora, la escuela se ha convertido en comedor muchas veces, y la contraprestación tiene sus límites, porque para educarte necesitas comer, porque si una persona no come es muy difícil que pueda prestar atención, y es una realidad que hay niños y niñas que si no comen en la escuela no comen. Por eso es importante hablando de la AUH, de la Tarjeta Alimentaria, que son dos políticas de seguridad social para la niñez muy importantes, que no representan más del cuatro por ciento del presupuesto nacional, no significa un gasto para nuestro país sostener estas políticas de transferencia económica, que apunta a la distribución de la riqueza, pero sin embargo no alcanza. Porque si mas del 50 por ciento de los niños y niñas del país están bajo la línea de pobreza, evidentemente es porque sus cuidadores, sus padres, madres, viven en hogares donde todavía falta trabajo digno, estable, con salarios adecuados para que una familia pueda sostener la crianza en dignidad de sus hijos e hijas”, concluyó.